Por Dionicio Hernández Leonardo
Un día como hoy, 14 de mayo de 1847, murió, a los 48 años de edad, José María Imbert en Puerto Plata, República Dominicana (RD). Fue un francés que llegó a la isla La Española y estableció su residencia en Moca, donde se casó. Hoy se le recuerda como un patriota dominicano, quien pasó a la inmortalidad por su rol estelar en la Batalla del 30 de Marzo de 1844, librada en Santiago, entre el ejército dominicano y el ejército haitiano. Para muchos investigadores de la historia dominicana, fue el más importante líder de esa gesta patriótica.
La historia nos revela que Ramón Matías Mella reclutó a José María Imbert para ayudar con la defensa de la soberanía nacional, y lo nombró como segundo jefe del ejército del Cibao. Cuando inició la Batalla del 30 de Marzo Mella estaba fuera de la ciudad, y correspondió a Imbert comandar el ejército dominicano. Luego, en 1845, participó en la Batalla de Beller. Regresó a Moca como Comandante de Armas, y luego fue trasladado a Puerto Plata.
Termino esta nota con un pensamiento de Francisco de Miranda: “El verdadero carácter de un patriota consiste en ser obediente a las leyes de su país y miembro útil de la sociedad a la que pertenece”.